Cada rayo, o cada color, responde a la vibración de algún planeta y, consecuentemente, cada signo tendrá mayor afinidad con aquel color que corresponda al planeta que lo rige. De esta manera, el blanco, color de la Luna, será afín al signo de Cáncer. El azul pertenece a Júpiter, por lo que será el color de Sagitario y Piscis. El verde le corresponde a Saturno y, por consiguiente, a Capricornio y a Acuario. El rojo es el color de Marte, y le corresponde a Aries y Escorpio. El amarillo es el rayo del Sol, por lo que es el color de Leo. El negro le corresponde a Plutón, y también es el color de Escorpio. El violeta es el color de Mercurio, por lo que tendrá afinidad con Géminis y Virgo. Por último, el rosa y el celeste le corresponden a Venus, y a su vez, a Tauro y a Libra.
