Para llevar a cabo una lectura del tarot de una persona se debe colocar en un entorno propicio para este proceso, no puede ser en cualquier parte o sitio común, sino uno dedicado para poder canalizar las fuerzas. Las energías del mundo se encuentran a nuestro alrededor y una vez que una persona se vuelve adepto en ellas, le es posible redirigirlas para que hablen a través de las cartas. Debemos entender que no es la persona diciéndonos nuestro futuro, sino que esta persona está actuando simplemente como un conducto de las energías del mundo a las cartas.
La persona que puede convertirse en un lector de cartas del Tarot tiene que estar preparado primero para poder convertirse en un medio de comunicación entre la persona que quieren preguntar algo y las fuerzas ocultas que intentarán responderle. Por esto se necesita que el medio tenga una paz interna que le permita que fluya el mensaje sin contaminarlo con alguna de sus propias energías. Un conducto limpio permite la mejor fluidez y solo así se podrá confiar en los resultados del tarot. Si el lector de cartas no es una persona que tiene su vida en orden y confía plenamente en el poder del tarot, la lectura no será adecuada.
El cuarto o el sitio donde se lleva a cabo debe estar aislado de otras fuerzas o interferencias. Utilizamos para este propósito cortinas, tapetes e incienso. Tres elementos que nos permiten bloquear las energías de otras fuentes. De esta manera, las fuerzas ocultas no recibirán más de una pregunta indirecta y su respuesta no traerá consigo el mensaje de alguna otra entidad que estuviese queriendo hablar con nosotros en ese momento. Por lo tanto, un cuarto aislado de energías de otras personas nos permitirá una fluidez pura en ambos sentidos.
Las cartas que se utilizan deben ser especiales para la lectura del tarot y no usadas para otros propósitos, como la enseñanza o la diversión de algún no creyente. Al utilizar una baraja del tarot, esta se llena de las energías que se le transfieran. En el caso de ser usadas para fines recreativos de alguna persona que no crea en las fuerzas ocultas del tarot, la baraja se verá llena de energía de cinismo y se volverán impermeables, es decir, las energías de los seres ocultos no podrán llegar a la baraja como tenían contemplado. Como agua incapaz de penetrar una hoja bajo un cristal, de igual forma estas barajas no contendrán el mensaje que intentan enviarnos y solo veremos una pequeña parte de lo que quisieron mostrarnos. Si la misma baraja se ha utilizado para fines de enseñanza, la baraja habrá sido manejada por personas que no han sido entrenadas y tienen dentro de sí mismos impurezas en pensamiento y energía que transmitirán a la baraja. Por esto cuando se utilice la baraja, el mensaje que transmitirá no será de las fuerzas ocultas, sino de la persona que las manipuló anteriormente.